un misterio fantasmal incoherente, ni un tenebroso misterio de arbitraria omnipotencia, sino un misterio que jamás resultará ser otra cosa que el misterio de ese Dios que es enteramente bueno, misericordioso y fiel”. VI. LA CONDUCTA DIARIA DEL HOMBRE JUSTIFICADO, 12:1–15:13 El contenido de los primeros 11 capítulos de Romanos ha dejado muy en claro que la justificación por la fe involucra un cambio fundamental en la conducta de la persona justificada. El creyente ha muerto al pecado y no puede seguir
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